La dinámica económica que se generará en Barranquilla por la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, tendrá como efecto en el sector inmobiliario un aumento en la demanda por el suelo que contribuirá a su valorización en el corto plazo.

Como puerto mixto, marítimo y fluvial, la localización geográfica privilegiada de la ciudad incentivará la llegada de nuevas empresas extranjeras, las cuales pueden acceder en condiciones más favorables a activos inmobiliarios como oficinas, tanto para procesos de compra como de arriendo, con el fin de establecer sus sedes administrativas o comerciales.

Cabe destacar que también pueden concebir a Barranquilla como un hub comercial concentrador de mercancías para entrar al mercado suramericano.

Al mismo tiempo las empresas barranquilleras que tengan como proyecto ampliar sus instalaciones para suplir su aumento de demanda, y las empresas nacionales que deseen relocalizarse en la ciudad tendrán una mayor preferencia por adquirir o arrendar nuevo espacio físico.

Lo anterior dinamizará el sector inmobiliario y debido al aumento en la demanda de espacio físico se puede lograr el potencial de valorización de las inversiones inmobiliarias, lo cual es claramente uno de los elementos que más importa a cualquier inversor.

Es de esperar que el aumento en la demanda por suelo que vivirá la ciudad a raíz de lo que será el TLC se produzca un alza en el precio del metro cuadrado en Barranquilla, tanto para arriendo como para compra, pues lo más probable es que los tiempos de respuesta de la oferta de nuevos espacios físicos, por su construcción, no le permitirán reaccionar en el corto plazo.

Por eso hoy es necesario que se acelere el proceso de diseño y construcción de nuevos parques industriales y establecimientos comerciales si deseamos consolidar a Barranquilla como el lugar de entrada al país de las inversiones extranjeras y el puerto de salida de las exportaciones nacionales.

Los nuevos Tratados de Libre Comercio que están siendo negociados actualmente deben ser un incentivo para mejorar la infraestructura de la ciudad y devolverle su estatus de Puerta de Oro de Colombia. Solo queda esperar que se hagan las obras de manera anticipada y no sobre la carrera. Este será un gran reto para el mercado inmobiliario de la ciudad.