La ciudad es un inmenso organismo por el que circulan diariamente las urgencias, los sueños, las necesidades y los compromisos de personas que se desplazan, cambian de ubicación o esperan a alguien.

 

Moverse va más allá de desplazarse físicamente, tiene que ver con ser activo, con disfrutar el recorrido y con tener la ciudad al alcance de la mano.

De manera que la movilidad es un concepto que se empobrece cuando se lo asocia únicamente al vehículo, y que en cambio adquiere sentido y potencia cuando se refiere a la persona que se desplaza y que debe poder hacerlo con idéntica facilidad y comodidad a pie, en bicicleta, en un vehículo de servicio público o en uno particular.

Una movilidad pensada desde el ciudadano y para el ciudadano
El Distrito está planteando un sistema de movilidad que se inicia con el peatón, que contempla nuevos y más amigables medios de transporte como la bicicleta. Una ciudad con una infraestructura vial y de transporte con Sistemas de Transporte Público Masivo que integren distintas tecnologías y un uso del carro particular eficiente, en el cual sus desplazamientos sean cortos para que los barranquilleros siempre pasemos menos tiempo en el carro y tengamos más tiempo para nosotros. (Vea infografía aquí)

Es por eso que se debe pensar el espacio público desde la gente, enfocado en aspectos esenciales como la accesibilidad, para que todos, especialmente personas con discapacidad o adultos mayores, tengan acceso al espacio público y pueden transitarlo tranquilamente. Hay que tener en cuenta la arborización, entendiendo las condiciones ambientales de la ciudad para construir un espacio público amable y confortable.

Conectando la casa con el trabajo
Para incidir positivamente en la calidad de vida y en la competitividad a través de la movilidad, la red vial del Distrito debe conectar eficientemente las zonas de residencia y las de empleo actuales, así como las nuevas centralidades a través de:

Ciudad verde y ambientalmente sostenible
La relación de la ciudad con su medioambiente es bastante frágil, y por lo tanto cualquier decisión que se tome desde la Alcaldía en este eje es trascendental. El planteamiento básico para construir una Ciudad Verde se basa en tres aspectos claves: el manejo del riesgo, la solución a un problema que nos aqueja desde hace décadas y que ya no da más espera, la canalización de arroyos y el adecuado manejo del espacio público. Debemos ser responsables en el manejo del riesgo y responsables en la construcción y mejoramiento del espacio público, para lograr ser una ciudad ambientalmente sostenible y protegernos frente al cambio climático. (Ver infografía aquí)

Conscientes del riesgo
Debemos ser conscientes de las zonas de riesgo para no construir en donde no se pueda. Por eso se plantea una zona de protección de 135 hectáreas que se complementa con los planes de canalización de las cuencas oriental y occidental.

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