Columnas de Opini髇

Este tratado con los Estados Unidos le ofrece al Atl谩ntico un escenario de oportunidades que no tienen otros departamentos.

Tenemos que aprovechar este privilegio, sofisticarnos en lo que sabemos hacer y convertirnos en el l铆der de Colombia con mayores tasas de desarrollo y empleo.

Nuestras exportaciones se basan en bienes manufacturados (un 99% no tendr谩 restricci贸n arancelaria una vez el tratado entre en vigencia), con significativos componentes de valor agregado, con una representatividad que alcanz贸, dentro del total de las exportaciones industriales y agroindustriales del pa铆s, el 11% en el 2010. Dependemos muy poco de la producci贸n agropecuaria, la cual ha mostrado una participaci贸n decreciente dentro del PIB al pasar a un 2,4% en 2009. Nuestra singularidad territorial contribuye a mitigar el impacto de la llamada 鈥榚nfermedad holandesa鈥.

Contamos con una infraestructura vial que no tiene el rezago de la del pa铆s en general, que requiere cuantiosas inversiones y de muchos a帽os de trabajo para ponerla a tono con las exigencias de la econom铆a global.

Con el corredor de carga, la segunda calzada de la Circunvalar y la segunda Circunvalar, el Atl谩ntico se posiciona como el eje estrat茅gico de Colombia en el corto, mediano y largo plazo, para la relocalizaci贸n industrial y la instalaci贸n de empresas de gran impacto en las actividades de comercio exterior.

La cercan铆a a los puertos nos facilita importar bienes de capital y materia prima a menores costos. El Gobierno Nacional debe dise帽ar e implementar una pol铆tica de relocalizaci贸n industrial hacia las costas.

Por otra parte, las alianzas p煤blicas鈥損rivadas que se han materializado en los 煤ltimos cuatro a帽os le permiten al Departamento articular esfuerzos y recursos orientados al desarrollo de proyectos con impacto favorable en el sistema empresarial.

Es indispensable tambi茅n que los municipios del 脕rea Metropolitana empiecen a generar un proceso de reconversi贸n a trav茅s de la aplicaci贸n de pol铆ticas y planes de acci贸n encaminados a fomentar la integridad y competitividad territorial.

En esa perspectiva, se han emprendido iniciativas y acciones volcadas a mejorar, por una parte, el talento humano con el fin de prestarles a las empresas servicios de excelencia y de calidad para que respondan de forma acertada a consumidores cada vez m谩s exigentes y, de otro lado, a promover el desarrollo sostenible en el tiempo, a partir de la adecuaci贸n de escenarios 贸ptimos que propicien la integraci贸n de actividades empresariales clave, mediante el trabajo de dinamizaci贸n de clusters, con alto potencial de crecimiento en los mercados, incorporando la innovaci贸n y el conocimiento en los procesos productivos.

Pero las oportunidades que ofrece el TLC no pueden disociarse de los cambios en la institucionalidad p煤blica. Es imposible separar nuestras din谩micas y posibilidades de desarrollo econ贸mico de la existencia de buenos gobiernos y de un empresariado dispuesto a sofisticar sus habilidades, que, como lo han demostrado los expertos, es clave para la prosperidad de un pa铆s. Singapur lo confirm贸 al especializarse en petroqu铆mica, al punto que se convirti贸 en el segundo refinador de petr贸leo del mundo. Hoy esa actividad representa el 38 por ciento de su PIB.

Somos optimistas. Desde luego, hay otras miradas, algunas incluso muy radicales. 鈥淟as cosas son de acuerdo con el cristal con que se miran鈥, dec铆a Ram贸n de Campoamor. En nuestro caso, y sin ignorar los retos, s铆 creemos que hay motivos para destapar y disfrutar la champa帽a del optimismo.

Un plus es la caracter铆stica de ciudad abierta que emblematiza a Barranquilla y que tiende a consolidarse con la universalizaci贸n de su Carnaval. Est谩n dadas las condiciones para convertirnos en los jalonadores del desarrollo econ贸mico nacional. Es una oportunidad de oro que no podemos desaprovechar!

Por Luis Fernando Castro
Presidente Ejecutivo de la C谩mara de Comercio de Barranquilla

27 de Octubre de 2011