Columnas de Opinin

Asistí al tercer foro de socialización del Plan de Ordenamiento Territorial, POT, un gran esfuerzo de EL HERALDO y varios otros patrocinadores, pero salí desinflada cuando iba por el tercer discurso “como lo hacemos de bien”, pero que no logré descifrar en unos cuadros ilegibles proyectados a distancia de lupa. Además, la heladera en que convierten los salones de conferencias hizo su parte.
En palabras de un periodista paisa, Jorge Giraldo Ramírez (El Colombiano 15-07-13):
“En los POT se juega la economía política de una ciudad, quiénes serán ricos en los próximos 20 años y quiénes verán desvalorizado su patrimonio para siempre... El POT es el sustrato, es la constitución. Lo demás son las vestimentas, el modo de hacer las cosas. En los POT aparecen los verdaderos factores de poder”. Y justo eso es lo que necesitamos saber sobre estas modificaciones al incumplido plan aprobado por la administración Hoenisgberg (¡solo un 2.98% aplicado!) y no lo alcanzamos a vislumbrar en las largas exposiciones de los funcionarios de Elsa Noguera.
Necesitamos conocer a cuáles barrios les cambiaron el uso del suelo, dónde están los terrenos que desclasificaron de seguridad y ahora serán de vivienda estratos 1 y 2, hacia dónde determinan el crecimiento de la ciudad, qué es lo que harán los ingleses en el Centro, por dónde cruzan nuevas vías planeadas y sus respectivas rutas de transporte público. Esos son los detalles que deberían explicar en los foros, en vez de narrarnos los sueños de un grupo de funcionarios públicos, cuya idoneidad está cuestionada dado el sincretismo con que han manejado la información todos estos meses.
Otros tres asuntos me tienen nerviosa: el puerto, el expediente urbano y el PEMP que debe sostener las modificaciones propuestas a la declaratoria de patrimonio nacional de las casas del Prado (¿qué pasará con la arquitectura moderna de Alto Prado, que va para el suelo? Traigo la preocupación del capitán de buques Ricardo Moreno “Lo que no veo es un POT serio que incluya la parte portuaria como uno de los elementos fundamentales para el desarrollo y crecimiento de la ciudad. Somos más indiferentes que los mismos cundiboyacenses en asuntos navieros y portuarios”. Y en cuanto al expediente urbano, al parecer ninguno en la administración que hizo las modificaciones tiene la menor idea de lo que es, lo que profundiza mi nerviosismo sobre los cambios propuestos.
Como ven, un POT es el instrumento de navegación para que una urbe conozca su destino físico y, por tanto, la calidad de vida que tiene su zona de residencia y en lo que habrá de convertirse. Por ejemplo, ¿cómo comprar vivienda en los bulevares hermosos que teníamos, exclusivamente residenciales, que hoy son un pastiche de negocios y están asolados por la contaminación visual y sonora? ¿Alguien se dio cuenta de ese cambio? Nadie, porque desconocimos siempre el secreto del uso del suelo y no puede volver a pasarnos. ¡Atención!, entonces, porque nos concierne a todos.
Por Lola Salcedo C.
@losalcas
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